EL NUMERO KAIFMAN

Oportunista, pero democrático blog, para hablar de esta novela sobre una conspiración ancestral que puede cambiar el destino de la humanidad... al menos según el tagline de la editorial.

viernes, diciembre 22, 2006

EL PROYECTO ORIGINAL


Este fue el paper del primer informe deproyecto que entregué a Planeta, junto al borrador de las primeras 50 páginas de la también primera versión de la novela.

HIELO NEGRO
(o Cruz Quebrada)



La novela se estructura en dos partes, cada una de ellas conformada por capítulos de entre cuatro y diez páginas. Estos capítulos llevan por título una hora, ej: 09:00, 10:12, etc. Estas horas no están ordenadas en forma cronológica, sino al azar y corresponden al momento “temporal” en que empieza la acción de cada capítulo, valga la redundancia. La novela tiene una historia arco protagonizada por Paul Kayffman, nuestro héroe, la cual se va desarrollando cada dos capítulos, entre los cuales van insertos otros con escenas más cortas en los cuales va avanzando la historia mayor, el background de la narración: la gran conspiración Cruz Quebrada. De esta forma, la novela se desarrolla en una estructura narrativa similar a la de una serie televisiva de suspenso, en la corriente de 24 o los X-Files.
Lo que sigue es un resumen de la novela, a modo de plan de rodaje de la misma y que sirve de guía para aclarar por y hacia donde se mueve el motor. Importante. Este plan ha sido redactado con sólo los primeros capítulos escritos por lo que es muy probable que acabe siendo un esquema del resultado final.

La novela

00:01
El último intento de robar los números Ibn al-Da´ub ocurrió en el otoño de 1910. No resultó. Y como en cada uno de los intentos anteriores, los cuerpos de los ladrones aparecieron tirados por la campiña cercana a Madrid. Nos costó demasiado entender que el robo no era el camino y que teníamos formas mucho más inteligentes y seguras de descubrir el secreto del árabe. Tuvimos que aprender a mirar, no fue tan difícil. Los gigantes estaban en el sur; el resto de las piezas, desparramadas por el hielo.

08:42
1948. Prólogo de la historia. Leopoldo Domke es un joven piloto (27 años) de la entonces naciente Línea Aérea Nacional, Lan Chile. Se encuentra estacionado en Puerto Montt y vuela frecuentemente entre esta ciudad y Aysen/Coyhaique junto a su superior, el Capitán Antonio Jacques. En uno de estos trayectos ocurrió un encuentro con “algo” desconocido. El capítulo relata lo que ocurre quince días después de este “encuentro”, cuando Domke se reúne con oficiales “civiles” de la marina norteamericana a informar lo que esta ocurriendo en los cielos del sur. Según el piloto, lo que vio es el futuro.


01:43
Tiempo actual. Aquí parte la historia. Presentación de nuestro héroe. Paul Kayffman está en los cuarenta, judío, abogado, profesor universitario, columnista de éxito en un revista tipo Capital, además arrastra un pasado relacionado con políticos de derecha. Poco sabemos de él en este primer capítulo, salvo que está separado, que tiene un hijo de veinte años –Daniel, estudiante de ingeniería y Dj- y que mantiene una relación con una joven modelo que se hace llamar Igriega. El capítulo relata el reencuentro de Paul con su primo hermano Samuel Levy Kayffman, suerte de hijo pródigo de la familia, quien es detenido al ser sorprendido medio borracho en el interior de una casa particular del barrio Los Dominicos en Santiago. Samuel supuestamente lleva diez años en Estados Unidos y jamás ha vuelto a Chile, al menos eso cree Kayffman. Gracias a sus contactos e influencias políticas Paul consigue librar a Samuel de sus líos tras lo cual lo lleva a pasar la noche en su departamento. Al final del episodio sabemos –en realidad deducimos-que Levy es gay, que lo acompañan los problemas y que lleva una vida secreta, relacionada con los confusos eventos que lo llevaron a reencontrarse con su primo.


13:24
Episodio estructurado a base de párrafos encabezados por una cuenta regresiva que avanza hacia el 00:00:00. Todo sucede en el patio de comidas del Parque Arauco. Como un guión fílmico vamos siguiendo distintas historias de los presentes en el lugar. Un padre que lleva a sus hijos al McDonalds pensando en que después debe comunicarles que en los próximos días abandonará la casa. Una pareja joven preparando su matrimonio. Un par de amigos que lee el diario y entre otras cosas comentan acerca del descubrimiento del dirigible Hindenburg II en la Antártica pocos días antes. Unos extranjeros. Gente haciendo compras y así hasta llegar al “cero cero: cero cero: cero cero” que es cuando estalla una bomba en el lugar y mata y hiere a muchos presentes, cambiando la historia de Santiago de Chile para siempre.


20:40
Semanas después del atentado explosivo contra el Parque Arauco. Santiago se encuentra en una especie de estado de sitio tras los hechos sucedidos en el capítulo anterior. Supuestamente todo ha sido obra de terroristas libios fundamentalistas, cercanos a Al-Qaeda que eligieron un blanco al azar entre los países simpatizantes a Estados Unidos. Hay reclamos públicos, presiones políticas y harto temor en el ambiente. Se comenta que es el precio por habernos convertido en la Israel de América del Sur. En el salón de la Torre Telefónica, Paul Kayffman ha sido invitado al lanzamiento de Paréntesis , best seller político publicado por Iván Castro un columnista (suerte de Pato Navia) de la revista en la cual trabaja Paul. Es un evento taquilla, con muchas luminarias y también gente inteligente. Conocemos personajes, como el peculiar Colin Campbell, ex novio de Igriega, quien hace un comentario acerca de que conoció a una de las víctimas del bombazo en Parque Arauco, un pastor evangélico gringo. Dato que no tiene nada de gratuito, como se verá más adelante. En medio del evento, Paul se reencuentra con Samuel. Ha pasado un mes desde lo del incidente de la casa, descubrimos como se solucionó el asunto y lo extraño que funcionó todo. Los primos discuten, Paul le achaca mucha irresponsabilidad a Samuel, éste le devuelve comentarios hirientes acerca de cómo las simpatías de Paul con el gobierno de Pinochet lo hicieron traicionar principios familiares básicos de su gente, refugiados judíos de la 2ª Guerra Mundial: “Te llamas como el abuelo… el viejo casi se muere de miedo en 1973”… Tras la calma, Samuel le pide un favor. Si puede guardarle un aparato de mp3, Apple iPod, por unos días, mientras él va al sur con unos amigos, “vamos a movernos harto, tu entiendes, no quiero perderlo. Tengo mis canciones favoritas aquí… En fin, sólo guárdalo…”.



09:15
Sur de Argentina, Patagonia a la altura de Aysén, un poco más al sur. La profesora Ivanna K., paleontóloga croata residente en EE UU, encabeza una expedición en terreno en el llamado “Parque Cretácico” trasandino. Su equipo, formado por profesionales ingleses, norteamericanos y argentinos, lleva meses rastreando huesos de nuevos dinosaurios, buscando vestigios de especies más grandes que los ya célebres Argentinosaurus y Giganotosaurus. Algo han encontrado. La acción se inicia cuando el campamento recibe la visita de sus “financistas”, quienes llegan en helicóptero tras ser informados de un importante descubrimiento. La propia profesora Karmelic se encarga de llevar a los “jefes” hasta el lugar de los hechos, donde les muestra lo encontrado. Nunca se dice que “es” lo hallado, todo es en rodeos, pero queda clara la orden de despistar a la prensa y a algunos de los jóvenes participantes de la expedición, haciendo público que un “nuevo gigante ha sido descubierto en la Patagonia”. El lector ignora que clase de gigante, pero es implícitamente obvio que no se trata de un simple dinosaurio.


23:00
Paul Kayffman imparte una de sus clases en la Escuela de Periodismo de la Universidad Católica. Es carismático con sus alumnos, especialmente con las chicas. Los obliga a interpretar los hechos, a improvisar teorías. Su ramo es un electivo de Columna Política. Mientras la clase continúa es interrumpido por dos policías de Investigaciones, quienes le piden que vaya con ellos. Lo sacan de la sala y le informan que su primo, Samuel Levy Kayffman, fue encontrado muerto hace unas pocas horas en un Motel de Temuco, que avisaron a sus padres (de Samuel) pero éstos parecían no querer saber nada de él así que dieron su nombre para que se encargara de reconocer el cuerpo y realizar todos los trámites necesarios. Tres horas después, Kayffman aterriza en Temuco donde lo recibe otro oficial de Investigaciones, quien lo acompaña al sitio del crimen. El cuerpo de Samuel fue hallado desnudo y con dieciséis puñaladas en el cuerpo, víctima de lo que -resulta obvio- ha sido un crimen pasional. Todos sus documentos están en orden, no falta un solo billete en su chequera y ni siquiera se llevaron el reloj, “un Rolex de 4 millones”. Todo es muy extraño, pero “no es primera vez que pasa acá, señor…” . Los policías le piden a Paul que haga una lista de los amigos de su primo en la zona. No conoce a nadie, salvo a un tal Javier Ossandón que resultó ser clave en la solución del confuso incidente con que el se inició la historia. También hay un número de celular dando vueltas entre los papeles de la billetera. Obviamente el tal Ossandón no aparece y el número de celular parece no existir. No hay pistas acerca de qué hacía Samuel en Temuco. Paul inicia personalmente los trámites para el traslado del cuerpo de su primo a Santiago y llama a su ex mujer para que lo ayude a comprar una tumba en el Parque del Recuerdo. “Puede recomendarme un buen hotel. Supongo que tengo que estar un par de días en Temuco”.


16:00
Antártica, frente a las costas de Sudáfrica. La expedición metereológica del rompehielos ruso Ural (Arktika Class), que por “accidente” encontró los restos del dirigible alemán LZ-132 Hindenburg II, la mayor aeronave jamás construida, revisa los vestigios de ésta. Gemelo del Graf Zeppelin II, la mole voladora -cuya existencia fue por años negada por los alemanes- se habría perdido en una expedición antártica a principios de 1944. No hay restos de documentos, ni cadáveres humanos entre los hierros del enorme esqueleto del dirigible. Lo que más llama la atención a los marinos rusos es que en el interior del zeppelín hay una docena de cazas Focke Wulf FW-190 en casi perfecto estado y que el nivel de radiación es muy alto, “trajimos los trajes que los ingenieros usan en el reactor del barco”. Similar al episodio paleontológico de la profesora Karmelic, el movimiento del capítulo lo da la llegada de un C-130 Hércules de la Royal Navy, que acarrea a un grupo de alemanes e ingleses para encargarse de la coordinación del rescate de la perdida nave germana, orgullo de la flota del Führer.

12:00
Tres días después del regreso de Paul Kayffman desde Temuco, cuatro tras el asesinato de Samuel Levy. Santiago, Cementerio Parque del Recuerdo. Llueve sobre la ciudad y Paul más un grupo de parientes entierran a Samuel. Están los padres de éste, pero se ven ausentes; destrozados pero sin dar muestras de emoción. Junto a ellos, igual de lejanos, los padres de Paul y su hermana Helga junto a su marido. Paul está junto a Igriega. Cerca aparece su ex esposa –Cecilia- junto a su actual marido. Daniel, el hijo de Paul y Cecilia también está en el grupo mientras un rabino concluye la ceremonia. Tras el entierro, Paul invita a Daniel a almorzar y se van en el auto de Igriega. Mientras regresan al centro de Santiago, le muestra a su hijo el iPod que Samuel le pasó antes de morir. Obviamente se ahorra los pormenores de la entrega. Le dice que a tratado de escuchar los archivos de música de su primo pero no ha logrado nada. Daniel se ríe y comenta que Paul es nulo con la tecnología. Igriega también se burla. Daniel toma el aparato y presiona play. Para su sorpresa no pasa nada. Hay archivos, pero no son de música. “¿Qué clase de archivos?”, “ No lo sé papá, no cacho mucho de Apple, pero puedo verlo en la casa si quieres”. “Ok. llévatelo”. “¿La raja, puedo quedármelo?” “ Dale”. Pasan el día juntos. En la noche cuando Paul e Igriega regresan al departamento, se encuentran en el interior de éste con dos tipos enmascarados y vestidos de negro que lo apuntan con un revólver. Cuando Paul intenta hacer algo, lo golpean por la espalda y todo se va a negro.


15:13
Cerca de Futrono, X Región. Pablo Arancibia tiene 23 años, es estudiante de agronomía de la Universidad Austral y gasta su tiempo libre rastreando maquinaria agrícola antigua para unos coleccionistas australianos que planean armar un museo de la agroindustria del siglo XX. El encargo es claro: rastrear tractores Lanz, de fabricación alemana, llegados a Chile entre 1942 y 1946. Comienzan a darse luces del extraño caso de los tractores Lanz a través del relato de Arancibia a un amigo que lo acompaña en la búsqueda de una de estas máquinas en propiedad de un pequeño propietario de la zona cercana al Lago Ranco. Los tractores Lanz fueron unas máquinas agrícolas construidas por Alemania en la primera mitad del siglo XX, la mayoría de los armados entre 1940 y 1946 fueron enviados al sur de Chile y Argentina, levantando la teoría que en sus números de serie fueron disfrazadas las coordenadas del famoso tesoro nazi.

19:15
Días después del asalto en su casa. Paul Kayffman se recupera de un golpe ligero en la cabeza. No les hicieron nada. Cuando él e Igriega sorprendieron a los ladrones, estos huyeron de casa, llevándose un botín ligero: DVDs, discos, un equipo de música y la laptop Dell. Lo más grave fue el golpe que lo dejo inconsciente y por el cual lleva puntos y curaciones en la frente. Kayffman está en su oficina, firmando documento y aprovechando la PC de su escritorio para escribir la columna de la semana. Algunos colegas lo molestan por el asalto. Está trabajando cuando alguien se aparece en su ventana de MSN, un tipo que se hace llamar Hielo Negro, cuyo mail es valdiviano48@hotmail.com quien le pide ser autorizado entre sus contactos. Kayffman lo corta, pero el visitante insiste. Tras un rato Paul acepta. El desconocido no le habla, solo remite una serie de links. El primero es una nota en Las Ultimas Noticias acerca del crimen de Samuel y su posterior asalto, “El horror de los primos Kayffman”. Otro sobre un reciente accidente ocurrido en la Patagonia argentina donde pereció buena parte de una expedición paleontológica, incluida la directora de ésta, una profesora croata de apellido Karmelic. Un tercero archivo dedicado al atentado del Parque Arauco y uno final que apunta al hallazgo del Hindenburg II. Corona la torta un extraño documento sacado de un diario sensacionalista en donde un ufólogo insiste en que el agujero de la Capa de Ozono fue provocado por una Bomba H a nivel atmosférico detonada en 1978. En la noche, él e Igriega van a una fiesta, ella no entiende que hacen ahí: “odias los clubs”. Paul busca urgente a su hijo, que pone música en la caseta del DJs. Le pide el iPod, Daniel le revela que sólo encontró archivos encriptados que no pudo abrir, que de música nada, pero sabe quien puede ayudarle.


20:00
Inglaterra, cerca de Londres. Tren Eurostar a Paris, a pocos minutos de haber salido de Waterloo Terminal Station rumbo a París. En el salón comedor, dos hombres hablan. Uno es escocés, de unos cincuenta años, Alistair Willoughby. El otro, más joven y francés, Claude Lasté. Toman café y conversan, miran papeles fotocopiados y discuten acerca de unas notas. Lo hacen en voz baja, con muchas claves. La charla es bastante enigmática, se dicen cosas sin terminarlas. Hay referencias a enemigos y por primera vez escuchamos acerca de algo llamado Cruz Quebrada. También es la primera referencia que se hace a los manuscritos de Muhaddith Ibn al-Da´ub, un árabe del siglo XII, cuya importancia será fundamental para el posterior desarrollo de la historia. “El chileno llegó”, “Hace dos días, ya debe estar esperándonos en Chartres”.


11:07
Paul acude a un local de Macfriends en Providencia, donde se encuentra con un hacker, “ con olor a Burger King” al que días antes –y por recomendación de su hijo Daniel- le confió el iPod de Samuel para que revisara y descargara los archivos guardados dentro del mp3 player. Pero al chico le ha resultado imposible hacerlo, ya que todo está codíficado y encriptado. “Aquí no hay un sólo archivo de música señor. Ocuparon este iPod sólo como disco duro y lo que hay acá dentro sólo puede accesarlo el dueño”. “¿Samuel Levy?”, “ No, señor Kayffman, los archivos están encriptados a nombre de un tal Leopoldo Domke. ¿Lo conoce?” Corte. Telefonazo desde un café a la secretaria de su oficina: “Bernardita, puede ver en los papeles del caso de mi primo, del incidente policial, el nombre del demandante. Sí, exacto, del viejo dueño de la casa de los Dominicos… ¿Leopoldo Domke?... ¿Dícteme el número por favor”. Cuando llama, responde una voz en off, “éste telefono se encuentra temporalmente…”. Detiene un taxi y pide que lo lleven a los Domínicos. Paul sabe donde queda la casa, pero cuando llega la encuentra totalmente cerrada, sin cortinas y con un inmenso cartel de “Se Vende” pegado en el portón. Bajo este aparece muy claro el teléfono de una corredora de propiedades: Valdivieso Propiedades. Toma un papel y anota el teléfono. Regresa al taxi y vuelve a su oficina, cuando llega le pasa a Bernardita el papel donde anotó los datos de la casa de Leopoldo Domke y le pide si por favor puede averiguar el nuevo teléfono de este señor. “Claro, Paul. A propósito, te trajeron un paquete hoy temprano, lo dejé sobre el escritorio”. Paul ingresa a su despacho. Sobre su mesa hay una gran caja envuelta en papel blanco. Tras el temor inicial, mal que mal la paranoia de la bomba en el Parque Arauco aún está fresca, abre el paquete. Alguien le ha regalado un Apple Powerbook G4, con una dedicatoria pegada en la caja. “Supongo que a partir de ahora esto le será útil. Tómelo como un regalo, pronto estaremos en contacto”.

08:57
Norte de Francia. Catedral de Chartres. Es verano pero igual hace frío. Nubes pesadas cubren la localidad de Chartres y hacen que las torres más altas de al gran catedral se pierdan entre el nublado más bajo. Un escocés, Alistair Willoughby, y un francés, Claude Lasté, esperan sentados en las últimas bancas, cercanas a los confesionarios. Tras ellos se sienta un anciano de 84 años que habla un pésimo francés. Alistair y Claude se burlan de él, pero es en plan amistoso. Hablan de Chile, de cómo están las cosas allá, que están preocupados., que supieron de lo sucedido en el Parque Arauco. Hacen referencias a alguien (o alguienes) desesperado. Tanto que atentó contra la vida de uno de sus más cercanos asociados. El viejo, que resulta ser Leopoldo Domke, revela tener antecedentes de que la persona contra la cual fue planeado el atentado del Parque Arauco tenía intenciones de revelar todo y que la Cruz Quebrada no perdona. “Eso todos lo sabemos”. Alistair le recuerda a Domke que van a hacer sesenta años desde su primer encuentro con el futuro. Domke contesta que tiene ganas de volver al sur. “Todo a su tiempo, primero hay que mover cuidadosamente las piezas”. Dicen que se las han arreglado para no llamar la atención durante cuarenta años, que no es momento de ponerse en la mira de la Cruz Quebrada. No aún. En eso llega una mujer joven, de unos treinta años, acompañado de otro tipo aún menor. Leticia Santos es española, historiadora, conoce a los hombres y les presenta al muchacho que la acompaña. Es matemático, va ayudarles a desentrañar las pistas finales de Chartres. Está cada vez más segura de que la Cruz Quebrada hace tiempo perdió la pista, que están cometiendo demasiados errores y están muertos de miedo, que eso ellos tienen a su favor. “Supe que mataron al judío”, agrega Willoughby. “Cometió el peor de los errores, tomó nuestro encargo como algo personal, quiso acelerar las cosas y el tiempo lo alcanzó”. “Tal vez no debimos mentirle”, “¿Y el abogado, el primo?”. Es Leticia la que responde: “Paul Kayffman puede sernos aun más útil que Samuel Levy. Viajo con Leopoldo mañana a Chile, es hora de que nos conozcamos. Supongo que a estas fechas ya habrá recibido el regalo”.